Borrar
Héctor Abad Faciolince, en un instante de su ponencia en Diálogos de Cocina. :: B.C.C..
Gastronomía con sintaxis poética

Gastronomía con sintaxis poética

Escritor: «Los herejes de hoy son los obispos culinarios del mañana»

Pablo García Mancha

Domingo, 19 de marzo 2017, 12:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una de las cargas poéticas más fabulosas de Diálogos de Cocina llegó de manera sublime a través de las palabras, la pluma y la garganta del colombiano Héctor Abad Faciolince, autor de 'El olvido que seremos', sobre la vida y asesinato de su padre Héctor Abad Gómez, o 'Manual de culinaria para mujeres tristes'. Ha traducido a autores italianos como Umberto Eco, Lampedusa e Italo Calvino y actualmente es columnista y asesor editorial del diario El Espectador.

Realidad o ficción

  • Una naranja, concretamente la fascinación de ver cómo la pelaban sus padres, llevó al poeta vasco Harkaitz Cano a Mugaritz, a esa forma que tiene el restaurante de Andoni Luis Aduriz de rellenar los vacíos. Cano participó en el proyecto Bestiarium gastronomicae y recordó la sensación de alivio que le ofrecían las mandarinas «Eran como naranjas pequeñas que se pelaban con las manos, clavando las uñas y que dejaban un aroma muy especial en las manos». En su infancia también era recurrente la figura de Carpanta, el mítico personaje del dibujante español Escobar, que tenía como utopía de vida un pollo asado, concretamente un «muslo». Cano divagó sobre lo que no le gusta como comensal

Abad habló el lunes en el Basque Culinary Center sobre quién inventa las palabras y las analogías que existen entre la cocina y la sintaxis: «El pronombre relativo es esencial en nuestra lengua, pero existen frases que están hechas con muchos 'qués', y se comportan con el desequilibrio que tiene una comida salada. Existe una sintaxis en la cocina que además varía en cada cultura. En todo banquete hay una sintaxis especial. Y platos dudosos en la sintaxis. Como una ensalada ¿En qué orden va? Es más, lo que hoy nos parece normal en la mesa es tan artificial como las rimas o los endecasílabos; es una creación del hombre, como el soneto, que nació en Italia y llegó a su máxima culminación con Lope de Vega en España y con su soneto sobre el propio soneto: «Un soneto me manda hacer Violante / que en mi vida me he visto en tanto aprieto / catorce versos dicen que es soneto / burla burlando van los tres delante». Para Abad, la cocina cuando llega a la altura de chefs domo Andoni Luis Aduriz se convierten en verdaderas recetas sobre recetas, por eso, los herejes de hoy serán los obispos culinarios del mañana».

Dijo Héctor Abad que las conferencias se preparan como los almuerzos; hablar es natural, escribir y leer son actos culturales, como las recetas. Por todo ello, es muy conveniente que el orador se sitúe en la perspectiva del cocinero y que actúe como él, que no sigue su propio gusto, sino el de los comensales y el auditorio».

En una parada que calificó como entremés, habló de la hipérbole: «En erotismo es la violación; en la cocina es el canibalismo. Digamos que desganados en la mesa, desganados en la cama. Así como todo el mundo habla pero no escribe, todo el mundo come pero no cocina».

En el segundo plato de su intervención, el escritor colombiano dijo que alimentarse es natural: «Nacemos con un cuerpo que débil, sin garras, sin fuerza. Estábamos condenados por la naturaleza a convertirnos en omnívoros porque carecíamos de argumentos para pelear por la comida». Y dijo más, «tener hambre no es lo mismo que tener apetito; por eso para cocinar bien tal vez sea necesario tener ganas de comer».

Héctor Abad recorrió la magia de las palabras y la importancia que tienen en el comportamiento de las personas en torno a la mesa y en la alimentación.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios