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La era de los productos light
NUTRICIÓN

La era de los productos light

Operación bikini. Existen errores comunes a la hora de consumir este tipo de productos. El 0% grasa sugiere que es bueno para una dieta, pero atención al azúcar

PAULA FERNÁNDEZ GIMÉNEZ

Viernes, 20 de mayo 2016, 21:47

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En la era de los productos light, 0% grasa o desnatados, hemos caído en el error de interpretar estos alimentos como la alternativa saludable.

Error porque los convertimos en sustitutivos de sus homólogos (en el mejor de los casos), o de otros productos más favorables para nuestra dieta, incluso los consumimos de forma indiscriminada como si no aportaran ningún valor calórico.

El mes de mayo se caracteriza por la famosa operación bikini. Entonces, las dietas de adelgazamiento se ponen más de moda que nunca y comienzan a llover anuncios de productos adelgazantes o alimentos recomendados para mantener la línea. Sin embargo, en no pocas ocasiones compramos productos que provocan el efecto contrario en nuestro organismo, y por ese motivo fracasan muchos intentos de perder peso.

Lo primero que debemos saber es que un alimento light es aquel que tiene, como mínimo, un 30% menos de calorías que su homólogo, pero esto no quiere decir que sean pocas, ni que el contenido en grasas o azúcares sea el adecuado.

Un producto desnatado o 0% grasa nos sugiere una reducción de este nutriente, la grasa, pero no de otros como el azúcar. Muchos alimentos de este tipo contienen grandes cantidades de azúcares para compensar el sabor del producto al extraer la parte grasa, por lo que es esencial leer detenidamente los etiquetados y prestar atención al listado de ingredientes.

Otro error común a la hora de planificar la dieta de adelgazamiento es eliminar de la despensa alimentos energéticos y ricos en grasas (grasas saludables) por su mala fama, como aguacate, frutos secos, pescado azul o aceite de oliva; productos que, efectivamente, aportan mucha energía y abundante grasa, pero se trata de grasas insaturadas, con numerosos beneficios, tanto a nivel metabólico como en la pérdida de peso, ya que son ricos en ácidos grasos omega 3, vitaminas, fibra. y se caracterizan por ser especialmente saciantes, más que un producto light.

También cabe mencionar el uso de determinadas sustancias como sustitutivos del azúcar. Cierto es que muchos edulcorantes no aportan calorías, pero en este momento que vivimos en el que lo natural se hace protagonista, entra en juego una gran confusión al respecto, ya que lo natural no es sinónimo de saludable.

Un ejemplo claro es el uso indiscriminado de azúcar de caña, jarabes, siropes o miel, un grupo de aditivos discutibles en cuanto a sus propiedades terapéuticas o su naturalidad, pero que en absoluto son alternativas favorables para perder peso, ni siquiera se pueden considerar más sanas que el azúcar común.

La conclusión, por tanto, es que no debemos recurrir a alimentos procesados supuestamente saludables y bajos en calorías porque, en primer lugar, puede que no lo sean, y en segundo, lo saludable y lo natural es precisamente eso, aquellos alimentos que pasan del árbol o la huerta a la mesa, y no ese arsenal de artículos del pasillo mágico del supermercado o del spot publicitario protagonizado por una maravillosa modelo que probablemente ni los coma en su casa.

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