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Jonás Díez posa con una bandeja de magdalenas en su panadería de Ezcaray. Diego Marín A.
«Es blandita y, para desayunar, mojando en leche, está deliciosa»

«Es blandita y, para desayunar, mojando en leche, está deliciosa»

Jonás Díez Gómez nos cocina magdalenas en Ezcaray

Diego Marín A.

Logroño

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Lunes, 14 de agosto 2017

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El abuelo de Jonás Díez Gómez abrió su panadería de Ezcaray en 1941. Y él lleva toda la vida trabajando en ella. Estudió en la Escuela de Hostelería y Turismo 'Camino de Santiago' de Santo Domingo de la Calzada, primero 'Cocina y gastronomía', y después, 'Panadería, repostería y confitería', hizo prácticas en el restaurante Echaurren de Ezcaray y hace seis años se incorporó a trabajar en la panadería familiar, que estos días, en Ezcaray, echa humo. En ella trabajan siete personas, cuando en invierno son dos menos.

«Cuando están hechas, se ve. Sólo hace falta pinchar un cuchillo, si sale limpio, ya están hechas»

A sus 28 años, las fiestas de San Lorenzo que se celebran estos días en Ezcaray están siendo muy ajetreadas para él, que no sólo trabaja más, incluso, que cualquier otro día, también preside la Cofradía de Santa Bárbara, ha sido el lanzador del cohete que dio inicio al festejo y cuida y restaura los cabezudos que salen en comparsa con los gigantes.

Ingredientes

  • Para unas 36 unidades:

Una de las especialidades de la Panadería Díez son las magdalenas: «Es lo que más gusta y pide la gente porque es blandita y para desayunar, mojando en leche, está deliciosa», explica Jonás. Para elaborarlas emplea la misma receta que usaba su abuelo porque «como resulta bien, no hemos cambiado nada». Tan bien resultado hace esta misma semana llegaron a elaborar más de 2.000 magdalenas en un sólo día.

Elaboración

  • Se baten y mezclan los huevos con el azúcar lo más rápido posible para, a continuación, echar la mantequilla derretida, el aceite, el anís y un toque de limón y se remueve hasta formar una masa compacta con la que rellenar una manga pastelera. Se cubren las cápsulas de las magdalenas y se calientan en un horno industrial a 260º unos 15 minutos o en uno doméstico a 220º algo más de tiempo. Las magdalenas estarán hechas cuando, al pinchar con un cuchillo en ellas, éste salga limpio.

«Primero se mezclan los huevos con el azúcar lo más rápido que se pueda con máquina o con la mano. Y cuanto ya esté bien mezclado, se echan los demás ingredientes, menos la harina, es decir, el aceite, el anís, la leche y la mantequilla, ya derretida», describe Jonás. Tras estos primeros pasos de la receta de repostería, se vuelve a remover todo a una velocidad algo inferior. Finalmente se vierte la harina poco a poco.

«Dicen que están buenísimas, es el producto estrella de la panadería»

Cuando esté todo bien mezclado la masa se echa en una manga pastelera y se rellenan con ella las cápsulas. Y al horno. En uno de panadería las magdalenas se hacen en 15 minutos a 260º, pero en casa, en un horno doméstico, pueden hacerse a 220º en algo más de tiempo. «Cuando están hechas, se ve. Sólo hace falta pinchar con un cuchillo y, si sale limpio, ya están hechas, si no, le falta un pelín», aconseja.

El bizcocho más simple

«Las magdalenas es el bizcocho más simple que hay, se puede hacer perfectamente en casa», asegura Jonás. De sus magdalenas, afirma, «dicen que están buenísimas siempre, es el producto estrella de la panadería». Y eso que elaboran mantecados, cocos, almendritos, castellanos y pan hueco, sobado, chapata, baguettes, de centeno, soja, espelta... Para Jonás, el secreto de sus magdalenas quizá sea el anís y el limón, que «deja un gusto leve».

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