Tecnología a partir de la tradición

La familia Villoslada fundó en 1982 la empresa a partir de la carnicería familiar. Desde el principio el objetivo fue seguir con la elaboración de los embutidos según habían visto hacer en Baños 'toda la vida' y que ha llevado a la localidad a contar con un reconocido nombre en el ámbito gastronómico.

Los hermanos Villoslada no renuncian a introducir la tecnología en su sistema productivo, pero siempre poniéndola al servicio de la tradición y con el único objetivo no de alterar los procesos sino de homogeneizar la calidad de sus embutidos, principalmente a través del control de la temperatura de los secaderos.

A partir de las mejores materias primas (Pimentón de la Vera y carne de los mejores cerdos, generalmente llegados de Cataluña porque los riojanos no pueden satisfacer la demanda existente) y sin añadir aditivos, en Embutidos Dany se trabaja como se ha hecho siempre y eso le ha permitido poder contar con el sello riojano (IGP) de 'Chorizo Riojano', ese que caracteriza al producido en un enclave privilegiado para el secado de los embutidos como es Baños de Río Tobía con la Sierra de la Demanda como testigo mudo de todo el proceso.

Cambios

Los tiempos cambian y con ellos también los gustos del público. Por eso, ahora, en Embutidos Dany han ido introduciendo algunos productos con sabores más suaves, entre ellos el chorizo. «Antes gustaban los sabores fuertes con el pimentón y el ajo bien marcado, ahora se prefiere un chorizo más suave, por eso también elaboramos este tipo de producto», explican desde la empresa familiar.

Esos cambios, introducidos inicialmente para el consumo en el mercado nacional, les ha permitido también seguir su expansión por otros mercados internacionales. Bajo las denominaciones de 'Villoslada' o 'Sierra de Achena', los productos salidos de los secaderos de Embutidos Dany (principalmente chorizo, aunque también panceta) se pueden encontrar en Francia, Alemania, Portugal o Inglaterra, entre otros países europeos.

Y es que mientras el consumo en el mercado nacional se mantiene estable, el chorizo gana cada vez más adeptos entre los comensales europeos, que cada vez conocen más un producto de larga tradición en España, merced a sus visitas turísticas a nuestro país. Por contra, la panceta todavía no ha encontrado acomodo en las mesas del viejo continente y encuentra más obstáculos para abrirse paso entre las exportaciones que parten desde Baños de Río Tobía a cualquier rincón del mundo.