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ANA SOTERAS
Lunes, 14 de agosto 2017
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Los llamados nuevos alimentos están marcando tendencia. Cada vez más personas incluyen alguno de ellos en sus hábitos alimenticios o, por lo menos, los prueban atraídos por sus beneficiosas propiedades naturales. «Habrá alimentos que se queden y otros que pasen de largo. Y los que permanezcan lo harán porque son del gusto de la gente, por sus buenas cualidades o por su precio», considera Rosa García Alcón, secretaria de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), quien recuerda que ningún alimento tiene, por sí mismo, la cualidad de equilibrar una dieta, sino que es el conjunto de ellos. Para la dietista-nutricionista Cristina Cid, asesora del Centro de Investigación sobre Fitoterapia no hay ninguna duda de que estos alimentos están marcando tendencia, pero, apunta, «no por eso hay que lanzarse a por ellos y cambiar nuestra alimentación, se puede ir probando y variando, valorando lo que aportan y en función de nuestras necesidades».
Los alimentos como kéfir, soja, quinoa, jengibre, semillas de lino y chía o cúrcuma no forman parte de las costumbres alimentarias del sur de Europa, pero su incorporación a la dieta es bienvenida, como en su día se hizo con otros que llegaron de América, como el tomate, el arroz o la patata. Son alimentos que poseen importantes cualidades nutricionales en el conjunto de una dieta sana y equilibrada y que puede complementar sin perjuicio alguno a la tradicional dieta mediterránea basada en verduras, frutas, cereales, pescado, lácteos y aceite de oliva.
«Nuestra dieta mediterránea, si se hace en condiciones, nos aporta muchas de las cualidades beneficiosas de esos alimentos, no es necesario añadirlos, pero tampoco es malo hacerlo, depende del gusto de cada persona», afirma la dietista-nutricionista García Alcón quien recuerda que esta dieta tiene probadas científicamente su propiedades preventivas ante enfermedades cardiovasculares y el cáncer de mama.
Nuevas tendencias
Valores: Se trata de alimentos que poseen importantes cualidades nutricionales en el conjunto de una dieta sana y equilibrada.
A la dieta: Leche fermentadas como el kéfir, el jengibre o la soja son alimentos de otros países que se han puesto de moda.
La especialista Cristina Cid coincide en el valor de la dieta mediterránea por sí misma, aunque se puede enriquecer con estos nuevos alimentos, como el kéfir en el desayuno o pan de harina de espelta o centeno, entre otros. «Soy defensora de la dieta mediterránea tradicional pero se está perdiendo al consumir más carne roja y bollería y menos verdura y fruta. Además, debemos tomar más hidratos de carbono (legumbres), pero sin asociar con grasas animales, y dejar a un lado el sedentarismo».
A la hora de hacer la compra, los consumidores españoles tienen cada vez más en cuenta la proximidad del supermercado, que pasa a ocupar el primer puesto a la hora de establecer sus preferencias, por delante de la calidad y los buenos precios. Sobre la compra de alimentación a través de Internet, apenas el 9 % de los españoles utilizó este canal a lo largo de 2016, casi dos puntos menos que lo que sucedió el año anterior, aunque el porcentaje aumenta sensiblemente entre la población más joven (de 25 a 39 años), segmento en el que se sitúa en el 14,3 %.
Y es curioso, la ensalada verde y la pizza son los platos más consumidos por los españoles en casa, ya que están presentes en el 11,5 % y el 5,3 % de las ingestas, por delante de la ensalada de tomate (4,7 %), la pechuga de pollo (4,3 %) y las lentejas (4 %), tal y como se desprende de los datos sobre el año 2016 recogidos en el Panel de Consumo Alimentario en el Hogar, un amplio estudio elaborado por el Ministerio de Agricultura y Alimentación, Pesca y Medio Ambiente. Estas cifras reflejan la preferencia de los españoles por la comida tradicional, ya que las lentejas, la sopa de pasta, los huevos fritos, la tortilla de patata y la paella se encuentran entre los quince platos más consumidos en el domicilio. En esta tendencia se enmarcan los cambios a la hora de preparar la comida, con el frito en caída libre -ha perdido 8,7 puntos respecto a 2011- para beneficio de la plancha (34,9 % de las ingestas), el hervido (34,7 %) y lo crudo o sin cocinar (24,2 %).
El número de ingestas realizadas dentro del hogar muestra señales de 'estabilidad' tras el descenso registrado en 2015, con las comidas y cenas como los momentos escogidos para consumir fuera de casa.
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