Una experiencia completa

Y en tiempos de paz, por suerte... su gastronomía, en cambio, es delicada, de sabores sutiles, de aromas deliciosos. Será quizás porque la historia continúa siendo el hilo conductor de una propuesta turística y gastronómica de primer nivel, que desde un rincón de La Rioja se abre al mundo, pues son extranjeros en su mayoría los que ocupan unas alcobas fantásticas en las que no siempre uno tiene la oportunidad de descansar tras una más que agradable comida o cena. Un gesto cercano. Un detalle sutil.

Es el Palacio de Casafuerte, situado en Zarratón -a escasos kilómetros de Haro-, un espacio ideal para alejarse del mundanal ruido, contactar con lo puro y disfrutar de la labor que está desarrollando una familia -Lombillo Vozmediano- con una inversión constante desde 2002, para recuperar, primero, la historia y el esplendor de este palacio y, luego, poco a poco, convertirlo en un espacio para disfrutar de una experiencia turística completa. Una labor familiar que ha sabido respetar la historia de un palacio del siglo XI para dotarle de los servicios necesarios del siglo XXI, y pasar a ser así una de las opciones turísticas más delicadas y recomendables de la región.

En Zarratón, la familia Lombillo Vozmediano reivindica el trabajo bien hecho, las intervenciones realizadas desde el respeto al pasado, para darle sentido en el presente y ofrecer un futuro repleto de alternativas, donde el turismo, el ocio, la gastronomía, el vino... se fusionan a la perfección. El Palacio de Casafuerte fue el lugar elegido por el valido del rey de turno para su disfrute, un lujo al alcance de cualquiera por el trabajo de Dani Lombillo, sus hermanos y sus padres.

«Tenemos claro dónde estamos y qué podemos ofrecer a los visitantes para que disfruten de una experiencia completa», indica Dani Lombillo. De esta forma, «tanto en los salones del interior, como en la terraza, nuestros clientes tienen motivos suficientes para relajarse y disfrutar de todo lo que le podemos ofrecer».

Y al disponer de unos espacios tan especiales casi nadie se puede resistir, una vez visitado, a celebrar, por ejemplo, el día más especial para una pareja de novios. «Estamos ofreciendo bodas de hasta 300 invitados», para ser ya toda una referencia en La Rioja Alta.

Porque todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Cinco habitaciones majestuosas, salones palaciegos en su interior, terraza para el esparcimiento, y una gastronomía a la altura de La Rioja.