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Gran gourmet. Hemingway encontró en La Rioja el disfrute de los grandes vinos.
La tierra

La tierra

p.g.m.

Miércoles, 9 de noviembre 2016, 17:47

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Cuando Ernest Hemingway conoció en el año 1923 el espacio formado por La Rioja, Navarra, País Vasco, Aragón y el País Vasco francés descubrió una tierra que le sorprendió profundamente. Una tierra en la que podía disfrutar de la vida, de la naturaleza y de sus gentes. Un lugar «único en el mundo», según sus propias palabras, en el que podía saborear la esencia de cada momento. De hecho, el descubrimiento de esta tierra le causa tal impresión que en el año 1924 escribe en el periódico 'The Toronto Star Weekly' la siguiente frase: «He descubierto que hay romanticismo en la comida cuando el romanticismo ha desaparecido de todas partes». Y el joven Hemingway se enamoró profundamente y para toda su vida de este territorio. De hecho, es el único espacio en Europa, junto con Madrid y París, al que Hemingway regresa durante toda de su vida de manera habitual. 'Comer con Hemingway' es un libro-guía que pretende ofrecer el lado más humano de Hemingway, un ciudadano del mundo profundamente comprometido con lo local, con lo cercano. En este espacio hizo grandes amistades, que mantuvo durante toda la vida, y describió pormenorizadamente sus paisajes, sus tradiciones, su vino y su gastronomía. Precisamente, la gastronomía es uno de los hilos conductores en la literatura de Hemingway. En la novela 'Fiesta. The Sun Also Rises' los protagonistas femenino y masculino concluyen su historia con una comida acompañada de vino de Rioja, al que califican como «excelente». Hemingway fue un apasionado gourmet, un hombre universal que amó profundamente la tierra en la que se movía. Que Hemingway se enamorase de nuestros territorios y los colocara en la literatura universal es motivo de orgullo y una oportunidad para cooperar y canalizar este regalo. Los maestros cocineros Luis Irizar y Lorenzo Cañas coinciden al afirmar que «compartir de las diferencias es una magnífica manera de mejorar». La gastronomía es uno de nuestros bienes inmateriales más apreciados y uno de los más generosos. La participación de 52 cocineros y cocineras que han abierto las puertas de sus cocinas es una muestra de que la cooperación entre territorios es más que posible. Me gustaría recordar, para terminar, una frase del aventurero noruego Thor Heyerdahl cuando en una entrevista le preguntaron por las fronteras: «¿Fronteras? Nunca he visto una. Pero he oído que existen en las mentes de algunas personas». Pues eso.

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