Borrar
Zapa renace en Moderna Tradición
ESPACIOS

Zapa renace en Moderna Tradición

Juan Carlos Zapatero y el bodeguero Roberto Amillo unen sus pasiones para abrir Moderna Tradición, con magníficas vistas al Puente de Hierro

Pablo García Mancha

Jueves, 31 de marzo 2016, 11:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Juan Carlos Zapatero lleva nueve meses acumulando sensaciones e ideas, nueves meses de trabajos y pruebas, de búsqueda... Y también nueve meses de ansia por lograr abrir un sueño, materializar algo que llevaba persiguiendo toda una vida: un proyecto gastronómico que le ilusionara en un espacio que además tiene la virtud de proponer al comensal una visión nueva y desconocida de Logroño merced a su privilegiado comedor con vistas al Puente de Hierro y al verde del parque del Ebro, un comedor diáfano de un local que es también una vermutería y que nace del encuentro entre el propio chef y Roberto Amillo, uno loco furibundo del vino de Jerez que quería hacer algo y que finalmente dio con Juan Carlos: «Él tenía una idea, una tercera persona sabía de los proyectos de ambos y los pusimos en común para dar forma lo que finalmente acabamos de abrir», relata Juan Carlos, campeón de La Rioja de Cocina, exalumno de la Escuela de Santo Domingo y cocinero con una larga trayectoria en muchos formatos y que ahora busca su piedra filosofal al final de una calle Sagasta cada vez más gastronómica.

Precisa Juan Carlos, que Moderna Tradición «se apellida vermutería pero no es un bar, es un restaurante con un clarísimo apego al mundo del vino por la pasión que sentimos Robeto y yo (no en vano cuenta hasta con una zona de depósitos a la entrada del local para nuevas aventuras) y proponemos una cocina que sea lo más gustosa posible en todos los sentidos. No podía quedarme en un modelo de restaurante sin más, tradicional de entrantes, primeros, segundos y postres. Por eso aquí la forma se la puede diseñar cada uno como quiera, pero el fondo de calidad y placer está más que garantizado. Nos hemos preocupado muchísimo por la materia prima, por buscar proveedores locales y de fuera de máxima calidad porque en ese sentido queremos ser intachables».

La carta, por lo tanto, se sale de lo tradicional y se apuesta por formatos para compartir: «No son pinchos, pero puedes jugar con ellos como quieras. Como mucha gente viene a tapear y cada vez gusta más, tenemos una selección a la que hemos bautizado 'pack de gastro bocados' con miniaturas gastronómicas -entre las que destaca la deliciosa Gylda- con el vermut que elabora Amillo y el resto de vinos de la carta. Puedes entrar, tomarte eso y marcharte. O quedarte y seguir profundizando más. No quiero que haya límites, que la gente se sienta feliz y a gusto en el local y que disfrute de buena cocina y buenos vinos en total libertad».

En la oferta hay tres grandes bloques: «El primero son 'las rebanás', con las que quiero homenajear un poco a mis orígenes andaluces, y que las hacemos de cangrejo real, de lengua de cerdo y hasta de manteca colorá. Otro es la conserva 'premium' con tres maravillas como la ventresca con pimiento, la anchoa con aceite de La Rioja y el mejillón en escabeche. La tercera opción es muy amplia, desde el steak tartar, croquetas de jamón, puerros confitados, morritos de Ternoja, tataki de atún y hasta chuleta de vaca. Digamos que ésta es la base, pero se puede jugar con todo y además, cada día tendremos muchas opciones fuera de carta con cosas que vayan llegando.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios